El simbolo de la Muerte

Capitulo 2


La noche anterior me desperté, pero no de un sueño de suicidio, sino de un sueño en el que aparecía un hombre. Nunca lo había visto. Parecía de unos cuarenta y tanto de años. Al principio pensé que era otra de las personas que se iba a suicidar pero cuando empezó a hablarme me di cuenta que no era así.


- Hola Lindsey. ¿Cómo estas?- Me dijo. Tenía una sonrisa en el rostro que no parecía de alguien que se fuera a suicidar, ni tampoco tenia la mirada de las otras tantas personas que se habían suicidado. Además, me habló. Nunca nadie podía hablarme ni verme, y tampoco escucharme. Pero el si. Me hablaba, me escuchaba y me veía. Solo supe en ese momento que tenía que despertar. Tenia que salir de ese sueño de inmediato.


- ¿Quien eres?- Pregunte. Mi voz sonaba temblorosa.


- Soy el Espíritu Supremo de la Vida, Lindsey. El espíritu que da vida. Y tú eres uno de nosotros. Tienes el poder de ver visiones, y de usar la coacción sobre los demás. Así que ¿Por qué no has empezado a usar tus poderes para ayudar a los demás, Lindsey? Por eso estas aquí. Para ayudar a las personas que caen en el poder del Símbolo de la Muerte, para que no caigan en la tentación. Tú has sido enviada para esto.


- ¿De que esta hablando? Esto solo un sueño. Mi sueño. – dije nerviosa.


- No, pequeña este sueño lo creé yo, y tu eres parte de el. Tenia que explicarte todo esto. Has llegado a la edad de dieciséis años y ya es hora de que empieces a cumplir con tu deber.


- Pero, no entiendo.


- Te explicare, Lindsey Marie Rostford. Tú, eres parte de una gran cadena de espíritus de vida, y tu deber es usar tus dones para ayudar a las personas que caen en el poder del Símbolo de la Muerte. – Y a mí que no me gusta que me llamen por mi nombre completo, y este señor aquí lo hizo. ¿Las personas no entienden?


- Es un símbolo que ya has visto. El arrastra a las personas a intentar suicidarse y tú puedes usar las visiones, que son los sueños que dices tener, para ver lo que ocurrirá e intentar detenerlos. Y para convencer a las personas de que no se suiciden, puedes usar la coacción. La coacción Lindsey te permite ejercer autoridad sobre los demás sin que ellos se nieguen a obedecer. – Levanto una mano. – Pero solo la puedes usar en humanos.- Me miro. No me había mirado desde que empezó su discurso. – Se lo que estabas pensando, y usar la coacción en otros espíritus no esta permitido y tampoco se puede hacer. Así que no intentes usarla en mi, querida.


- ¿Como voy a ayudar a cada persona del mundo, si cae en el poder del símbolo? – Pregunte. Pero, ¿como pudo leer mi mente? Yo nunca tengo ventajas Dios.


- Cada estado del mundo tiene un espíritu y a ti te pertenece Oxford. No eres una humana del todo, Lindsey.


- ¿O sea que mis padres no son mis verdaderos padres?


- No. No es eso, sino que tú fuiste concebida por tus padres pero con dones, no normales de una humana. Yo por mi parte puedo dar vida y volver a dar vida a quien ya ha muerto, pero este poder solo lo tienen algunos espíritus. Y es limitado. Solo puedes dar una vida por cada veinte personas que hayas salvado, y además te debilita.


- ¿Y como uso la coacción?- Pregunte. Tenia que preguntar. Era mi derecho.


- Solo tienes que enfocarte en lo que quieres que suceda. En tu cabeza solo puede estar un objetivo en el momento de ejercerla. – Se hizo un completo silencio.


- ¿Ya puedo despertar?- Empecé a alejarme.


- Si… – levanto una mano, indicándome que regresara hacia el. –…Si tú caes en el poder del Símbolo de la Muerte, morirás.


Asentí.


Después me sentí volviendo al mundo real. Todo esto había sido tan claro y repentino que todavía me asusto.


Como todavía me sentía confundida, bajé a la cocina. Beber un vaso de leche fría me haría bien. Estaba cansada de tanta confusión, que ya ni siquiera podía pensar. Además de que me sentía confundida por eso de los poderes, estaba el caso de Jack. Cada día que pasa me siento mas atraída por el. Es tan atractivo y sexy, que a veces me pregunto porque no me había dado cuenta antes, y entonces recuerdo, estaba tan empeñada en conseguir la atención de Ethan Morris estos últimos años, que no me había dado cuenta (atención que se llevo Yanisha McCarney). También es el chico más dulce que he conocido, y el único que me entiende. Sabe lo que siento y el que siempre esta ahí conmigo.


Creo que estoy enamorada. NO. ¿Cómo me pongo a pensar en estas cosas? Jack es mi mejor amigo desde siempre y no puedo estar sintiendo tales sentimientos por el, claro que no. Talvez yo no le gusto, o tiene una novia. Aunque Jack me diría si tuviera una novia. Que no es que me molesta, sino que me incumbe. Pero tengo que quitar estos pensamientos de mi cabezota, que ya tiene bastantes problemas por ahora y olvidar todo mientras no sea necesario. Y tomarme mi vaso de leche fria. Si, solo eso.


A la mañana siguiente todo sucedió color de rosa. Hable con Jack, del sueño y el asimilo. Aunque no hable de la coacción, pero le dije la mayoría de las cosas. Me senti un poco incomoda cuando hable con el. Con eso de que me gusta, no se como reaccionar frente a el. 

En casa tuve una visión. Era una mujer, parecía que se intentaba tirar de un puente. ¿Pero, que puente? Si, el Magdalen Bridge. Es el único puente que hay en Oxford y además es el que mas cerca nos queda de High Street. Perfecto. Solo tendría que buscar a alguien que me llevara. Si tan solo hubiera podido pasar esa prueba de conducir, no estaría de este modo y mi lindo coche, no estaría guardado en el garaje. Entonces se me ocurrió algo. Jack podría llevarme. El tiene un coche y sabe conducir, entonces si lo llamo y le digo que me lleve, talvez aceptaría. Corrí a buscar mi teléfono celular que se encontraba en mi cama y llame a Jack.


- Jack. ¿Eres tu?- Que pregunta era esa.


- Si Lind. ¿Que sucede?


- Podrías llevarme al… - tartamudee. – al… al puente Magdalen Bridge.


- Para que quieres ir al puente. No me digas que estas pensando suicidarte ¿verdad? Porque si es así, ni lo pienses.


- No es eso. ¿Entonces, si?- Pregunte, con voz de suplica. Si decía que no, estaría muerta. O también podría usar la coacción. No. Puede ser una opción.


- ¿Cuándo?-pregunto.


- Ahora. ¿Puedes? Es un asunto de vida o muerte Jack y si no me ayudas… - cerré los ojos. Me dolía pensar que esa mujer pudiera morir como la señora Clarson. – morirá.


- Espérame. Estoy allí en cinco minutos.


- Gracias, eres el mejor. – colgué el teléfono.



Empecé a vestirme. No podría salir en pijama de dormir. No era que estuviera durmiendo, antes de la visión. Pero cuando estoy haciendo la tarea me gusta ponerme un pijama. Me puse unos shorts crema y una blusa blanca con mangas. Y baje al jardín delantero a esperar a Jack. Jack solo vive como a cinco calles de mi casa.


Cuando llego, de inmediato me subí al coche y nos fuimos. Fuimos todo el camino en silencio. Ninguno dijo nada hasta que casi estábamos cerca del puente.



- Perdona por molestarte Jack, pero tenia que hacerlo, y si no hubiera descalificado la prueba de conducir sabes que no estaría molestándote ahora.


- ¿Qué tan mal te fue en la prueba?- me pregunto.


- Solo lo usual para una mala conductora. Me pase el alto. Casi choco con un carro, pero solo porque el venia en dirección contraria a la mía. Y… - sonreí.- choque contra un póster de luz. – puse cara de inocencia. Era lo menos que podía hacer. Ese carro venia en vía contrario. O ¿yo era la que venia en vía contraria? Sea como sea yo no fui la culpable.


- En realidad eres una pésima conductora Lind.- reimos.


- No te preocupes, siempre que quieras salir me avisas. ¿Si? – Me dijo.


- Eres el mejor, ¿te lo había dicho? – Sonreí.


- Si. Me lo habías dicho.


- Gracias de nuevo.


- ¿Por que? - Me pregunto. Porque tenía que preguntar eso. El sabe muy bien que es por haberme llevado y talvez por algo más… - No tienes que agradecerme. Sabes que haría cualquier cosa por ti. Y por Julie y tu familia. – La última frase la dijo nervioso.


- Gracias por ser un gran amigo. El mejor. Y por siempre estar cuando te necesito. – dije. Tenia que decirlo.


- Se como me podrías agradecer. – Me dijo.


- ¿Como?


- Déjame invitarte al baile. Claro, si no tienes una persona que vaya contigo. Porque yo podría ir con otra chica si ya tienes a un acompañante. Por mi no hay problema. Y si… - Me estaba invitando al baile. Mi sueño hecho realidad. Era el baile de fin de año. Y yo tenia que aceptar porque… Porque… porque tenia que aceptar y ya.


- Perfecto. – Lo interrumpí. – Entonces eres mi pareja. De baile claro.


- Llegamos. No veo a nadie aquí. – Nos bajamos del coche.
 - Talvez no habría llegado aun. Siempre sucede tiempo después de que lo vea en mis visiones. O talvez …


- Esté muerta. – continuo por mi.


- No. No puede estar muerta.-corrí a lo largo del puente. Mire por debajo del puente y no vi nada. Vi a alguien que se acercaba. Era ella la misma mujer que había visto en la visión. Cuando levanto la vista, vi sus ojos. Tenían un color rojizo. No era normal. Me acerque a ella intentando hablar con ella.


- Señorita no intente hacer nada desagradable, por favor. Tiene que pensar en su familia. – Intente acercarme para hablar con ella y con un brazo me zumbó hasta donde estaba el coche. Me dolió el golpe. Pero tenia que levantarme. Si hablar calmada no funcionaba, tenia que usar la coacción. Jack corrió hasta mí para ayudarme.


- ¿Estas bien Lind? ¿No tienes un hueso fracturado o algo por el estilo?- Me pregunto Jack.


- No estoy bien. Tengo que detenerla.


- Pero si vuelves a hablar con ella te hará lo mismo.


- No hablare, solo usare la coacción. – vi como su rostro mostraba confusión. – Después te explico. Mantente lejos, por favor.


- De acuerdo.


Me dirigí hacia la mujer, estaba ya en el intento de tirarse, hasta que use la coacción. En ese momento solo pensé en que quería que ella se alejara del puente y funciono. Ella callo al suelo. Estaba desmayada. Y yo estaba débil. Caí al suelo, también. Jack corrió hacia mi.


- Lindsey, ¿que sucede? ¿ te sientes bien?. Te llevare al auto y a la señorita también. Me cojió entre sus brazos y me puso en el asiento del copiloto. Luego volvió en busca de la mujer y la acostó en los asientos de atrás. Me dormí de inmediato.


Al despertar estaba en mi habitación. No sabia como había parado allí, pero no me podía poner a pensar en eso. Tenia otro cosa mas importante en que pensar. ¿Qué era?, ¿Qué era, Dios? Recordé a la mujer. Tenia que saber donde estaba y como estaba. Cojí el teléfono celular y llame a Jack. El sabría donde estaba ella y además tenia que agradecerle, por ser tan bueno conmigo y por ayudarme. Cuando cojio el teléfono, dude un poco en hablar. Hasta estaba pensando en colgar el teléfono. Pero no lo hice.


- ¿Jack? Hola estaba llamando para agradecerte por ayudarme. Eso se significo mucho para mi y también quería saber como esta…


- Ella esta bien. La lleve a un centro medico. Estaba muy débil y la internaron por unos días. La enfermera llamo a su familia y fueron hacia allá tan pronto como pudieron. Les dije que la habíamos encontrado desmayada. Ella no recuerda nada de lo que sucedió.-me interrumpió.


- Gracias de nuevo.


- Te lleve a tu casa y te acosté en tu cama, como no habías despertado y tus padres no estaban. Con respecto a tus padres, te dejaron una nota en la mesita de noche. – me dijo. Como solamente pude decir: Gracias. Hubiera podido decirle, que estaba completamente enamorada de el y que el era muy especial para mi. Pero no lo hice. Se hizo un completo silencio como por unos veinte segundos. Hasta que el hablo:


- Bueno, nos vemos el lunes. Buenas noches.- me dijo.


- Buenas noches. – colgué el teléfono. Me dirigí hacia la mesita de noche y tome la nota que me habían dejado mis padres.



Empecé a leer:


Hola querida, salimos a cenar. Como no estabas supusimos que habias salido con tus amigos. Aliméntate bien. Sabes que no puedes comer muchas cosas dulces, y procura no hacerlo. No nos esperes despierta, talvez lleguemos un poco tarde. Si necesitas cualquier cosa nos llamas al teléfono celular. Buenas noches, besos y abrazos.


Te quieren mamá y papá.


- Buenas noches. – dije para mi misma, mientras regresaba la nota a la mesita.


Baje a la cocina a comer algo. Tenia un hambre voraz y si no comía me iba a morir en ese mismo momento. Talvez si me animaba, tomaría un baño de espuma y me iría a la cama. Era la mejor idea que se me había ocurrido.



Chicos esperen hasta el proximo capitulo. Besos... ♥♥♥



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1 comentarios:

Anónimo dijo...

WOW!!! ¿Y dices que yo escribo bien? A tu lado soy insignificante!!!!!! escribes ASOMBROSO. Me voy a leer el otro cap.

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